Mi esposa tiene mucho tiempo sin darme su coño. Parece que ella, lo único que le interesa, es que yo la siga manteniendo. Pero, la realidad es que, ya me cansé. Me cansé de no sentirme amado por ella. Así que, hoy, llegué a decírselo a mi secretaria porque no tenía en que otra mujer confiar. Quería saber que era lo que yo estaba haciendo mal para poder cambiar y que ella se volviera a sentir feliz. Pero, en vez de un consejo, me gané una amante. ¡La muy puta notó que yo estaba falta de atención! Entonces, comenzó a colocarme cachondo con sus besos y sus caricias, hasta que me sentó en la silla de la oficina y empezó a chuparme la polla. ¡YO NO LO PODÍA CREER! Pero, estaba tan emocionado, que simplemente no pude evitarlo. En pocas palabras, la follé sin control y le fui infiel a mi esposa. ¿Hice mal o se lo merecía?
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